El riesgo futuro de un hombre joven de sufrir trastornos mentales podría relacionarse con una frecuencia cardíaca o una presión arterial mayor que la media en la adolescencia tardía, según un estudio sueco. Esto incluiría un riesgo más elevado de sufrir un trastorno obsesivo compulsivo, esquizofrenia o trastornos de ansiedad.
Los investigadores revisaron los datos médicos de más de un millón de hombres suecos a los cuales se midió su frecuencia cardíaca y su presión arterial en reposo cuando fueron reclutados por el ejército entre 1969 y 2010. Su edad media era de 18,3 ± 0,6 años. Luego se comparó la medida inicial con datos de seguimiento recogidos durante 45 años, que incluían el diagnóstico de enfermedades mentales. En comparación con sus iguales, los jóvenes con una frecuencia cardíaca en reposo superior a 82 latidos por minuto tenían un riesgo un 69% más alto de sufrir un trastorno obsesivo compulsivo, un 21% más alto de sufrir esquizofrenia y un 18% más alto de sufrir trastornos de ansiedad.
También se hallaron asociaciones parecidas entre un nivel elevado de presión arterial y el riesgo de enfermedad mental. Por ejemplo, los jóvenes con una presión arterial diastólica mayor de 77 mmHg tenían un riesgo un 30-40% más elevado de trastorno obsesivo compulsivo, en comparación con aquellos que tenían una presión arterial diastólica menor de 60 mmHg.
Palabras claveFrecuencia cardíacapresión arterialTrastornos mentales CategoriasNeuropsiquiatría