Las personas mayores que padecen problemas cognitivos y de memoria podrían obtener un ligero beneficio a partir del ejercicio aeróbico de intensidad moderada, como caminar a un paso vivo, tres veces por semana.
Los investigadores trabajaron con una muestra de 70 personas, con una edad media de 74 años, que tenían problemas leves de pensamiento y memoria. La mitad de los participantes hicieron clases de ejercicio de una hora tres veces por semana durante seis meses, y la otra mitad recibió información sobre el deterioro mental y una dieta saludable, pero no realizó la actividad física.
Se evaluó a los participantes al inicio y al final del estudio, y otra vez seis meses más tarde. Las pruebas evaluaron has habilidades generales de pensamiento, las funciones ejecutivas y el manejo de las actividades cotidianas. En una prueba de 11 puntos, los participantes del estudio que hicieron ejercicio mejoraron casi dos puntos. Sin embargo, seis meses después de abandonar el ejercicio, sus puntuaciones no eran distintas que las de los que no hicieron ejercicio, y no había diferencias en las pruebas de funciones ejecutivas o actividades cotidianas.
En general, las personas que hacían ejercicio tenían una presión arterial más baja y también les fue mejor en una prueba sobre la distancia que podían caminar en seis minutos, que mide la salud cardíaca general. Aunque la mejora en la función mental fue modesta, resultó similar a la observada en estudios que evaluaban fármacos para las personas con trastornos cognitivos y de memoria.
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