La pregabalina, un fármaco analgésico y antiepiléptico, podría aumentar ligeramente el riesgo de defectos congénitos, según un estudio reciente.
El estudio incluyó a 164 mujeres que tomaron pregabalina en el primer trimestre del embarazo y fueron comparadas con un grupo control de 656 mujeres embarazadas que no tomaron el fármaco. Entre las mujeres que tomaron pregabalina, 115 lo usaban para tratar el dolor neuropático; 39, para la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar o la psicosis; cinco, para la epilepsia, y una, para el síndrome de piernas inquietas. La mayoría comenzaron a tomarlo antes de quedar embarazadas, pero lo abandonaron en promedio a las seis semanas de embarazo. Veintidós mujeres tomaban otro antiepiléptico.
Entre las mujeres que tomaron pregabalina en el primer trimestre del embarazo, el 6% tuvieron un hijo con defectos congénitos mayores. Entre las mujeres que no tomaban el fármaco, el 2% tuvieron un bebé con un defecto congénito mayor.
Los resultados deben tomarse con precaución, ya que el estudio era pequeño, no tuvo en cuenta otras afecciones médicas ni fármacos, y las mujeres que tomaban pregabalina presentaban unas tasas más altas de tabaquismo y diabetes.
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