Se ha conseguido por vez primera utilizar exosomas (diminutas burbujas de proteínas y grasa producidas de forma natural por las células) como vehículos para atravesar la barrera hematoencefálica y llevar directamente al cerebro un potente antioxidante de molécula grande capaz de combatir la enfermedad de Parkinson (EP).
Es la primera vez que una proteína terapéutica grande como es la catalasa ha sido introducida en el cerebro utilizando exosomas. En general, llevar fármacos al interior del cerebro es muy difícil porque está protegido y aislado del resto del organismo por la barrera hematoencefálica, que es extremadamente selectiva. Los exosomas sí pueden cruzar esta barrera.
El equipo de investigadores extrajo exosomas de células inmunitarias y los cargó con la enzima catalasa, un potente antioxidante que contrarresta la inflamación que daña las neuronas, responsable de la EP y de otros trastornos neurodegenerativos. Concretamente, la catalasa contrarresta los efectos de los radicales libres, moléculas destructoras que son subproductos de la actividad celular y que están especialmente extendidas en áreas de inflamación crónica.
Los autores han determinado además que la mejor forma de introducir estos exosomas repletos de fármaco en el cerebro será seguramente un simple pulverizador nasal.
Palabras claveExosomaParkinson CategoriasNeurodegeneraciónTrastornos del movimiento