Una nueva investigación sugiere que los medicamentos utilizados para tratar la epilepsia aumentan los riesgos durante el embarazo y el parto. Los riesgos asociados con el tratamiento médico para frenar los ataques epilépticos durante el embarazo deben ser sopesados frente al riesgo de complicaciones para el feto o la madre.
Los investigadores examinaron los resultados del embarazo y del parto en una población de mujeres con epilepsia tratadas con fármacos antiepilépticos y otras no tratadas. De las 2.861 mujeres epilépticas, el 66% no tomaban fármacos antiepilépticos durante el embarazo.
En general, 961 embarazos en el grupo de epilepsia estuvieron expuestos a fármacos antiepilépticos, en su mayoría como monoterapia. Los bebés expuestos a los fármacos antiepilépticos eran con una mayor frecuencia prematuros, con un peso al nacer inferior a 2.500 g, una circunferencia de la cabeza menor del percentil 2,5 y una puntuación de Apgar baja frente a los bebés control sin epilepsia. No se observó ninguna diferencia significativa en la frecuencia de malformaciones congénitas mayores entre el grupo de la epilepsia y el grupo de control.
Palabras claveEmbarazoEpilepsiaFármacos antiepilépticosparto CategoriasEpilepsias y síndromes epilépticos